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lunes, 5 de noviembre de 2007

Cortés en Toluca

Cortés en Toluca

Sin embargo, en abril de 1533, el propio Carlos V hizo merced a los naturales de algunas tierras para que pudieran construir su cabildo de indios y el pueblo de Toluca; las gestiones corrieron por cuenta del notable Pedro Cortés Coyotzin, cacique de Toluca, heredero de los que habían sido señores del reino matlazinca; y de Pedro Hernández y Martín Rivera, caciques de Metepec y de Ixtlahuaca, respectivamente. De esta manera coexistieron el corregimiento del Marqués del Valle, la Republica de Indios y sus tierras de comunidad.

Es de creerse que desde que la conquista del matlazinca subieron a los altos de Toluca sacerdotes franciscanos que iniciaron la evangelización; sin embargo, se reconoce como el verdadero apóstol toluqueño al insigne Fray Andrés de Castro, que llegó a estas tierras por el año de 1542.

Este santo varón nace en Burgos, España, estudia la Sagrada Teología en Salamanca y pasa a tierras americanas con Fray Jacobo de Testera. Aprendió inmediatamente la lengua castellana y después fue emplazado para catequizar a los matlazincas, cuyo idioma dominó rápidamente, a pesar de lo dificultoso de su gramática.

Este fraile llevó a cabo la construcción del templo de San Francisco y dedicó su vida entera a proteger y servir a los indígenas del Valle de Toluca. Escribió algunos libros en lengua matlazinca, los cuales desgraciadamente se perdieron.

Toluca, su título

Respecto al título de Toluca como ciudad, los estudiosos que se han dedicado a este problema coinciden en que ya desde la segunda mitad del siglo XVII se le mencionaba como ciudad; algunos dan la fecha del 19 de marzo de 1677 como aquella en que Toluca recibió tal categoría. Sin embargo, también están de acuerdo en que no ha sido posible encontrar la Cédula Real de la Corona Española en la que se dictó el derecho de la villa a elevar su categoría hasta el grado de ciudad.

Este problema se originó a partir de que, como Villa, podía seguir eternamente en manos de los marqueses del Valle, pero si ascendía a ciudad, la reclamaba la Corona y dejaba de pertenecer al Marquesado. Fue por ello que los Monteleón y Terranova litigaron siempre en contra de las pretensiones de los toluqueños que querían convertir su villa en ciudad. Esto lo confirma claramente el padre Betancourt en 1697, el profesor Javier Romero descubrió la Cédula Real que verdaderamente convirtió a Toluca en ciudad, pero que fue dictada por Carlos IV hasta fines del siglo XVIII.

Esto Significa, entre otras cosas, que Toluca estaba gobernada por corregidores que impuso el Marqués del Valle desde el siglo XVI hasta el siglo XIX; el propio profesor Romero da como fecha en la que cesó el gobierno de los marqueses el 14 de agosto de 1812. Por su parte. El señor Miguel Salinas afirma, basándose en documentos que localizó en el archivo histórico municipal, que el primer ayuntamiento de Toluca se erigió el 13 de diciembre de 1812, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 6º., capítulo primero, de la Constitución Política de la monarquía española, también conocida como Constitución de Cádiz; pero se instaló el primer ayuntamiento hasta el 20 de mayo de 1813 y funcionó solamente hasta fines de diciembre de 1814, en que fue abolida la constitución española. Volvió a funcionar el ayuntamiento en 1820, cuando, después de la Revolución de Riego, se instauraron nuevamente las Cortes de Cádiz, y con ellas el Colegio Constitucional.

Entre el 10 y 20 de octubre se llevó a cabo la acción de armas que conocemos como Batalla del Calvario y que por parte de los españoles dirigía el tristemente célebre Brigadier Rosendo Portier. La tropa insurgente, integrada en especial por indígenas del Valle de Toluca y mineros del sur, peleó bravamente, aunque al fin fue derrotada por la superioridad técnica y numérica del ejército virreinal. El Último punto en que se hicieron fuertes fue precisamente el Cerro del Calvario, donde Portier tomó prisioneros a 100 insurgentes, a los que bajaron encadenados por la calle de debía llamarse de la víctimas, hasta el centro de Toluca donde estuvo el convento de San Francisco. En ese lugar y sin formación de causa, los 100 prisioneros fueron verdaderamente masacrados, razón por la cual después de la declaración de Independencia, a la plaza se le dio el nombre de los Mártires. El propio gobierno virreinal reprobó esta acción criminal de Portier.

Independencia

Al erigirse el Estado de México, el 2 de marzo de 1824, se dictaminó por ley que siguieran funcionando como municipios, con ayuntamiento propio, todos aquellos que lo venían haciendo desde años anteriores, de manera que, automáticamente, Toluca comienza su existencia jurídica como municipio libre; en esos mismos tiempos sus autoridades tratan de remodelar la cabecera para convertirla en una autentica ciudad.

En 1827 el alcalde Luis Madrid esbozó un plan de transformación de Toluca, muy ambicioso, que incluía la remodelación del centro, aprovechando parte de la huerta del Convento de San Francisco, cuyos alrededores eran un desastre.

Toluca, capital

Esta transformación de Toluca se aceleró en virtud de un acontecimiento que fue crucial: el 12 de julio de 1830 y, con base en el Decreto no. 130 expedido por el congreso Constituyente en la ciudad de Tlalpan, Toluca se convirtió en la 4ª. capital del Estado de México. Este decreto ordenaba que el 24 de julio comenzara el traslado de los poderes, pero se dice históricamente que fue desde el día 17 cuando se firmó, por el referido Congreso Constituyente, el primer Decreto fechado en Toluca.

Fue una gran preocupación para los toluqueños el que pronto su ciudad adquiriese tanta importancia, ya que no se encontraba preparada para ello; se carecía de un local eficiente para albergar los poderes y aun de casas habitación para los empleados del gobierno. El edificio conocido como "Casa de Cortés" en realidad era un viejo y destartalado caserón donde por muchos años habían residido las autoridades virreinales y albergado a los presos. Este uso originó su casi total destrucción.

E. Toluca colonial

Durante la colonia, Toluca no pasó de los 8 mil habitantes y, según algunos autores, se le podía considerar solamente como una aldea o pueblo. Estaba formada por los 4 conventos: el se San Francisco, el del Carmen, el de La Merced, que estuvo destinado a los mulatos, y el de los Juaninos que manejaba el hospital; el resto prácticamente estaba habitado por los servidores de dichas instituciones religiosas; la gran población toluqueña estuvo regada en el Valle y las haciendas productoras de maíz y criaderos de ganado, especialmente vacuno y porcino.

Fue don Hernán Cortés el que estableció las primeras estancias de crías de cerdos y también el que originó la industria choricera que ha dado fama a Toluca desde la época de la Colonia. Los cronistas de aquellos días, como Jerónimo de Mendieta, Alfonso Ponce, etc., están de acuerdo en que desde el siglo XVII Toluca tenía ya fama por su tocinería, aunque también algunos vecinos se dedicaban a la curtiduría y a la fabricación de jabones.

Durante la Colonia, la ciudad de Toluca tuvo 146 corregidores, entre los que destaca el capitán Nicolás Gutiérrez Caballero, a quien se recuerda por algunas obras públicas que llevó a cabo en el ámbito urbano. El último fue don Agustín de Arósqueta, que inició su gestión el 11 de abril de 1810, precisamente el año en que se inició la Guerra de la Independencia.-

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